1. Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

A World of Transformation: Moving from Degrees to Skills-Based Alternative Credentials

(Resumen)

Un mundo en transformación: de las titulaciones tradicionales a las credenciales alternativas basadas en habilidades.

Este informe examina el tema de las credenciales alternativas ya que considera que la obtención de títulos tradicionales requiere de años, a menudo de miles de dólares y, muchas veces, no preparan adecuadamente a los estudiantes para el mercado laboral.

Son costosos para las personas, sus familias, las empresas y la sociedad, tanto en términos de desembolsos directos como en costos de oportunidad.

Reconociendo el alto costo de un título tradicional, tanto los estudiantes como los empleadores están buscando credenciales alternativas más adecuadas, más cortas y menos costosas.

En las dos últimas décadas, el sistema de educación superior de América Latina ha duplicado el número de matrículas: del 23% en el año 2000 ha aumentado al 54% en el 2020.

Sin embargo, a pesar de estas cifras tan elevadas, los empleadores y las empresas de América Latina no han sido más productivos, ni han encontrado formas de emplear a los graduados de la región.

Esto habla de la desconexión entre lo que necesitan las empresas en el siglo XXI y las habilidades para el trabajo que imparten los sistemas educativos formales.

Se requiere que las personas sepan adquirir habilidades para afrontar los nuevos e importantes retos del siglo XXI, como los de la cuarta revolución industrial, del cambio climático, la migración, el envejecimiento y las posibles pandemias.

Los países se enfrentan a mercados laborales y tendencias inciertas. Por lo tanto, no pueden centrarse exclusivamente en el desarrollo de conocimientos y habilidades específicas.

Para adaptarse rápidamente a las necesidades variables de un mercado que se mueve al ritmo del cambio tecnológico, es necesario reimaginar la cadena productiva en educación.

Hasta ahora las rutas educativas han sido bastante fijas. Muchos países quieren adaptar su educación formal a esta nueva realidad, pero deben lidiar con reformas a planes de estudio que pueden tardar varios años en completarse. En un mundo en continua transformación, para cuando implementen la reforma curricular, ésta ya estará desactualizada.

Sin embargo, es bastante fácil crear o adaptar el contenido de un programa de un mes a las necesidades de la industria.

Este informe proporciona datos sobre cómo están respondiendo la educación y los mercados laborales para salvar las brechas producidas por el desajuste y la escasez de habilidades y el valor decreciente de los títulos educativos tradicionales como mecanismo de señalización para empleadores y solicitantes de empleo.

Inversión en educación y su retorno:

En los Estados Unidos, alrededor del 16% de los programas universitarios, públicos y privados, no muestran un retorno de la inversión en matrícula.

Más o menos la mitad recuperarían sus costos en cinco años, una cuarta parte tardaría 20 años o más, y más de la mitad de estos últimos nunca ganará lo suficiente para pagar lo que gastaron.

Algunas instituciones educativas tradicionales abordan la escasez de competencias mejor que otras, pero ante la posibilidad que los sistemas tradicionales no puedan asumir la reforma a la velocidad requerida, en algunos países el sector privado ha realizado, en un movimiento sorprendentemente pragmático, una transición progresiva hacia la desagregación de servicios educativos.

Con módulos es más fácil personalizar estos servicios.

Así, cada empresa y cada individuo pueden tomar lo que necesitan específicamente en lugar del paquete completo, generando eficiencias no solo en términos de tiempo, diseño y adaptación, sino también en términos de inversiones financieras para cerrar las brechas.

Las microcredenciales pueden ser parte de una tendencia hacia la modularidad y la apilabilidad en la educación superior: la idea es que cada pequeña parte de la educación se puede consumir por sí sola o se pueda agregar con otras partes hasta llegar a algo más grande.

Las microcredenciales están estructuradas para completarse en menos de un año (generalmente alrededor de seis meses).

En lo que se refiere a opciones de pago, a menudo brindan un acuerdo de participación en los ingresos y matrícula diferida.

Los estudiantes no tienen que pagar la matrícula por adelantado y, una vez que se gradúan y encuentran un trabajo, pagan una cantidad mensual fija.

Las credenciales alternativas hacen destacar a aquellas personas con habilidades que no se imparten en planes de estudios o en programas tradicionales.

Y también pueden indicar el surgimiento de nuevas habilidades no tradicionales en respuesta a la nueva división del trabajo entre humanos y máquinas.

Es posible que las nuevas generaciones no necesiten un título de educación superior para tener éxito, al menos en algunos sectores.

Las industrias TIC (Tecnologías de la información y la comunicación), en particular, buscan empleados con aptitudes poco comunes. Y los puestos de trabajo nuevos y emergentes en el ámbito de las TIC ofrecen salarios competitivos a quienes tienen las habilidades, no los títulos académicos.

Y en algunas industrias, las nuevas generaciones pueden necesitar múltiples combinaciones de credenciales, incluidos títulos oficiales, insignias, certificados de finalización de cursos, certificados de formación profesional o certificaciones.

El poder de los certificados proviene del mercado, de la aceptación de los empleadores.

Las credenciales deben estar alineadas con las tareas del mundo real y la experiencia laboral.

Encuestas a directivos de recursos humanos de Estados Unidos encuentran que los reclutadores consideraban que el contenido de alta calidad alineado con el trabajo real, así como el aprendizaje práctico, es lo importante.

Por el contrario, indicadores como la duración de los programas, la dificultad para ser admitido en ellos o la existencia o no de una interacción directa con los instructores (todas ellas características centrales de los títulos tradicionales) ocupan el último lugar en sus prioridades.

Las credenciales alternativas arrastran el estigma de que son la opción menos importante en comparación con los programas de licenciatura.

Los sectores público y privado tendrán que trabajar para eliminar este estigma y aumentar el atractivo de las credenciales alternativas.

El concepto no se ha desarrollado completamente y todavía no se ha alcanzado un consenso sobre cómo llamarlas y cómo definirlas.

Lo cierto es que a pesar de que los empleadores gastan más que nunca en contratación (120,000 millones de dólares en todo el mundo), han tenido dificultad para identificar trabajadores con las habilidades que necesitan.

De hecho, el 45% de las organizaciones no pueden encontrar trabajadores con las habilidades que necesitan. Para los grandes empleadores, el porcentaje es aún mayor (67%).

Al mismo tiempo que a los titulados les resulta más difícil que nunca conseguir trabajo en su campo de estudio.

De igual forma, las habilidades se desactualizan más rápido que nunca.

En tanto que las habilidades para el trabajo se vuelven rápidamente obsoletas, a lo largo de su ciclo de vida las personas necesitarán cambiar de carrera y ocupación con frecuencia, e interactuar diariamente con esos nuevos colegas que serán parte integral de los procesos de producción y generación de valor: los robots.

El 35% de las habilidades para el empleo cambiará en todas las industrias.

Una de cada cuatro personas ya ha experimentado una desconexión entre las habilidades que tiene y las habilidades que necesita en su trabajo.

Actualmente, se estima que la vida media de una habilidad aprendida es de 5 años. Para el caso de las habilidades técnicas, la vida media es de 2.5 años.

En otras palabras, el valor de las habilidades se reduce a la mitad (o se vuelve irrelevante) en un periodo de 2 a 5 años.

Las empresas han estimado que el 40% de sus trabajadores necesitarán volver a capacitarse en seis meses o menos; y el 94% de los directivos esperan que sus empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo, lo que representa un fuerte aumento con respecto al 65% registrado en 2018.

Es por ello que Las credenciales alternativas se han visto impulsadas.

Muchas empresas -entre ellas Apple, Google, IBM, Bank of America y EY- ya no exigen títulos oficiales a sus nuevos empleados.

Algunas de dichas empresas, como Google, IBM y Amazon ofrecen sus propios certificados profesionales y planes de estudios.

Los títulos oficiales pueden verse como paquetes de planes de estudios secuenciados, con horas por crédito, clases y cursos claramente definidos.

Mientras que las Microcredenciales y los cursos con credenciales alternativas ofrecen clases no agrupadas, enfocadas y específicas.

Cada vez son más los proveedores que desagregan la educación y desarrollan modelos modulares.

Al hacerlo, hacen que la educación sea más asequible, accesible y adecuada.

Aunque las titulaciones académicas son una referencia para los empleadores desde hace mucho tiempo, éstos suelen dar mucha importancia a las credenciales alternativas especializadas a la hora de contratar, ya que la mayoría de las credenciales académicas no tienen un vínculo explícito con una profesión o industria, mientras que muchas credenciales alternativas están estrechamente vinculadas.

En muchos campos las credenciales alternativas pueden ofrecer soluciones más rápidas, menos costosas, más accesibles y más versátiles que los títulos académicos, proporcionando un camino alternativo interesante hacia un buen empleo.

Las credenciales alternativas pueden apilarse y combinarse con otras para satisfacer la demanda del mercado; asimismo pueden combinarse con otros tipos de credenciales, incluidos los títulos académicos.

Pasos concretos para aprovechar todo el potencial de las credenciales alternativas:

Hay que esforzarse por dar a conocer la existencia y las ventajas de las credenciales alternativas entre los empleadores y los futuros estudiantes.

En Estados Unidos, las instituciones de educación superior están obligadas a informar sobre las tasas de finalización, el empleo y los salarios de los estudiantes que obtienen títulos. Sin embargo, no existe una política equivalente para las credenciales alternativas.

Proporcionar información sobre los costos, las opciones de financiación, los salarios y las opciones profesionales podría contribuir a aumentar el atractivo de las credenciales alternativas. Así como para eliminar el estigma que sufren las credenciales alternativas de ser la opción menos importante en comparación con los programas de licenciatura.

La calidad de las credenciales alternativas debe mejorar continuamente. Dicha calidad de las credenciales alternativas es desigual.

La evidencia indica que los criterios ampliamente estandarizados en toda industria pueden ser un factor clave para el fuerte valor de mercado de las certificaciones profesionales.

En la actualidad, no existe ninguna normativa que regule la impartición, la duración, la evaluación, la validación o el contenido de las credenciales alternativas.

Es posible que se necesiten criterios estandarizados por industria, y procesos de garantía de calidad que proporcionen vigilancia, supervisión y regulación de los programas y de las instituciones que las imparten.

Para alinear mejor los programas con las necesidades de los empleadores, se debe incluir más aprendizaje práctico.

Los métodos de evaluación podrían ampliarse para incluir, por ejemplo, la evaluación basada en el rendimiento, los portafolios de trabajo y otros medios para demostrar la competencia.

Las cadenas de bloques -blockchain- (la tecnología en la que se basan las criptomonedas) podría utilizarse para crear credenciales digitales verificables, portátiles, interoperables y controladas por el usuario.

Esta tecnología puede almacenar todo el recorrido de aprendizaje de una persona, incluidos los contenidos, los resultados, los logros y los certificados académicos, al tiempo que reduce los riesgos de fraude de credenciales. Esta información puede transformarse en moneda digital y almacenarse en una red de cadena de bloques.

Este informe es una llamada de atención para que los sistemas tradicionales de educación y capacitación formales se adapten a un mundo en transformación. Basándonos en la experiencia de la Coalición de habilidades del siglo XXI del Banco Interamericano de Desarrollo, llamamos a la acción a los sectores público y privado para que aprendan y colaboren entre sí.

Solo fortaleciendo los ecosistemas con asociaciones público-privadas efectivas, podremos cerrar las brechas masivas de habilidades a las que debemos hacer frente. Solo si cerramos la brecha de talento, nuestros países podrán prosperar, innovar y competir a nivel mundial.

Definiciones.

(Cabe señalar que lo que la mayoría de los organismos internacionales engloba en el concepto de “microcredenciales”, el BID lo llama “Credenciales alternativas”. Y el término “microcredenciales” el BID lo clasifica como un subtipo de los Certificados de finalización de cursos, los que a su vez son uno de los 3 tipos de lo que el BID denomina Credenciales alternativas. En el anterior resumen se ha respetado la terminología que para cada caso utiliza el BID en su redacción).

Títulos académicos: Credenciales que las instituciones de educación superior otorgan a los estudiantes tras la finalización de un programa de estudio prescrito, o como reconocimiento de un trabajo académico que se considera merecedor de tal título.

Credenciales alternativas: constituyen una amplia gama de credenciales no reconocidas como calificaciones educativas formales independientes por las autoridades educativas nacionales pertinentes.

Las Credenciales alternativas se pueden dividir en 3 tipos:

1. Certificados de finalización de cursos, que incluyen:

- Cursos masivos abiertos en línea -MOOCs, por sus siglas en inglés- (de 1 a 10 horas o más).

- Microcredenciales (de 100 horas a un año), y

- Certificados de finalización de programas de formación continua (de 100 horas a cuatro años).

Todos tienen una menor duración que un título académico, aunque algunos pueden dar lugar a créditos académicos y ser apilables con otros cursos.

2. Certificados de finalización de formación: Se expiden a quienes completan una formación centrada en una ocupación, (de 6 semanas a 3 años) o un aprendizaje (de 6 semanas a 6 años). Combinan la experiencia laboral con la instrucción.

3. Certificaciones de habilidades después de aprobar una evaluación. Son otorgadas por asociaciones industriales y profesionales sobre la base de evaluaciones formales. Algunas certificaciones tienen una duración limitada, es decir, deben renovarse periódicamente.

(El documento original lo puede descargar directamente del sitio del BID en este enlace).